El Sabueso de Muller, en el cuello de Trump
Los tentáculos del Kremlin, parecen moverse y desplazarse a lo largo y ancho del globo con especial naturalidad, como la de aquel que sigilosamente entra a una casa, aún en presencia de los propietarios, quienes observan inalterados.
A nadie sorprende la habilidad en términos de manipulación y el ingenio del mandatario ruso. Durante muchos años ha buscado infiltrarse en la política estadounidense para que ésta juegue a su favor; tal parece que lo ha conseguido. Putin le asignó esta labor, a uno de sus mayores aliados, el ex-senador y ahora presidente del Banco Ruso, Alexander Torshin.
El funcionario ruso, en los últimos 15 años, ha viajado con frecuencia a Estados Unidos. En 2012 fungió como veedor internacional en las elecciones, donde resultara electo el ex-presidente Barack Obama. En sus múltiples viajes, ha cultivado y desarrollado vínculos con presidentes de la NRA (Asociación Nacional del Rifle por sus siglas en inglés), documentando los esfuerzos durante 6 años para ganar terreno dentro de la política norteamericana.
Torshin es un prolífico usuario de twitter, así como también lo es el presidente Donald Trump. Desde que creara su cuenta en 2011, ha publicado 150.000 tweets, mencionando en varias ocasiones, su estrecha relación con la NRA. En uno de sus tweets asegura haber visto al magnate de la Casa Blanca en Nashville, en abril de 2015, fecha que coincide con la convención anual de la NRA. Sin embargo, voceros de la Casa Blanca niegan que Trump haya conocido al funcionario ruso.
Por su parte, Donald Trump, es uno de los 9 presidentes de Estados Unidos que han sido o son miembros de la NRA. De los 28 mandatarios que han ocupado la Casa Blanca, 9 han sido miembros de esta organización (creada en 1871); 8 de estos presidentes han sido Republicanos y solo uno ha sido Demócrata: John F. Kennedy.
La NRA históricamente ha respaldado las candidaturas de varios contendientes al Senado, a la Cámara de Representantes y por supuesto a la máxima investidura de Estados Unidos, y Trump no fue la excepción. Sin embargo, en este caso la organización apoyó al contendiente por la Casa Blanca, con al menos 30 MMD ; una cifra sin precedentes, más del doble de la partida destinada para el apoyo a la campaña de Mitt Romney en 2012.
En mayo de 2016 la RNA decidió apoyar la candidatura de Trump a la presidencia de los Estados Unidos, informes de inteligencia revelan que ese mismo mes, Alexander Torshin se comunicó con Jared Kushner, yerno del magnate de bienes raíces, para pedirle que se reunieran porque tenía un mensaje importante del presidente Vladimir Putin. Kushner se negó a la invitación del banquero, sin embargo, el funcionario ruso logró reunirse con Donald Trump Jr. en la convención anual de la NRA.
Torshin sin duda es un donador importante para la Asociación Nacional del Rifle. Esta es una organización sin fines de lucro, por lo que está exenta de revelar a sus contribuyentes . La ley de Estados Unidos, permite el apoyo financiero de campañas políticas por parte de connacionales, sin embargo prohíbe el financiamiento internacional. La Ley Federal que regula las campañas electorales estipula que cualquier contribución de un ciudadano extranjero en la campaña de un candidato americano, en cualquier elección, estatal o nacional, es ilegal. De igual manera quien acepta una contribución de esta naturaleza, también viola el estatuto. La aceptación de contribuciones extranjeras puede ser penada con cárcel, sin embargo, el caso tendría que ser referido por parte de la FEC (Comisión Federal Electoral) al Departamento de Justicia; organismo que al parecer es la manzana de la discordia entre el inquilino de la Casa Blanca y su Fiscal General Jeff Sessions, al que Trump se refirió como Mr.Magoo ; con ese habitual tino que tiene de encontrar apodos para cada funcionario que no goza de sus afectos.
Las renuncias, acusaciones y escándalos son constantes de la actual Administración. Recientemente Robert Muller acusó a 13 ciudadanos rusos, y a 3 empresas de haber intervenido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Por su parte, el ex-jefe de campaña de Trump será juzgado en el mes de septiembre por lavado de dinero entre otros cargos. Poco a poco el mandatario se va quedando solo, como león acorralado por una jauría, acechado constantemente por la idea de un Muller, que huele cada paso que da y que como Hércules Poirot, hila con la más fina perspicacia, todo lo aparentemente oculto, para dar con la verdad.
Publicado en Diario Judio