El Envenenamiento de Skripal… el Regreso de Yussupov y la Muerte de Rasputín
Yussupov, sobrino del Zar Nicolás II, decidió acabar con la vida de Rasputín, luego de las sospechas de que el “Monje Loco”, mantenía un amorío con quien fuera la esposa de Nicolas II y última Zarina de Rusia, Alexandra. Un intento fallido de envenenamiento con cianuro, reveló las macabras intenciones del príncipe.
Larga historia tiene Rusia en su determinación de dar muerte a los traidores. Tal parece que el lema de la FSB, (el grupo de espías élite de Rusia fundado en 1995 y que tiene sus raíces en la KGB), se ha quedado grabado en el ADN de uno de sus mejores alumnos y directores: Vladimir Putin.
Existen varias hipótesis sobre el caso del envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija, ocurrido el pasado 4 de marzo en Salisbury, Inglaterra. Algunos analistas sugieren que el doble espía podría haber tenido cuentas pendientes con la mafia rusa, otros piensan que probablemente Skripal estaría amenazando a acaudalados empresarios rusos con revelar información comprometedora, por lo que decidieron silenciarlo; otras teorías revelan que probablemente algún gobierno, en su afán de satanizar al Kremlin y justificar nuevas sanciones internacionales en contra de Rusia, haya intentado asesinar al ex espía y haya perpetrado el ataque con Novichok (un agente químico neurotóxico desarrollado por los rusos) con el fin de hacerlo parecer un ataque orquestado por Moscú.
Lo cierto es que fuentes de inteligencia revelan que Skripal tenía relación; y de hecho, vivía muy cerca del principal colaborador de Christopher Steele, el ex funcionario de inteligencia británico, quien fuera contratado por la empresa Fusion GPS, en junio del 2016, para investigar el Rusiagate.
Fusion GPS es una empresa fundada por el ex periodista del Wall Street Journal, Glenn Simpson, y es la misma empresa con la que firmó el Comité Nacional Demócrata y el bufete de abogados de la campaña de Hillary Clinton, Perkins Coie,para llevar a cabo las investigaciones sobre el actual presidente de Los Estados Unidos.
El día 20 de junio de 2016, el ex agente del MI6, Christopher Steele, hizo entrega de su primer reporte a Glenn Simpson, fundador de Fusion GPS. Y poco antes de las elecciones presidenciales, el agente británico decidió entregarle este primer informe también al FBI.
En agosto de 2017, durante una interpelación realizada por el Comité Judicial del Senado a Glenn Simpson, en donde se le preguntaba sobre su fuente en relación al dosier de Trump, el abogado del periodista, Joshua Levy respondió:- “…alguien ya ha sido asesinado a causa de este dosier…”. En un testimonio en noviembre de ese mismo año, ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Simpson negó conocer casos específicos de personas que habían sido asesinadas durante la investigación, pero comentó que mucha gente había arriesgado sus vidas para contarles lo que había ocurrido.
El 10 de marzo del año en curso, la embajada de Rusia en el Reino Unido twitteó en un tono irónico haciendo referencia a la “casualidad” de que dos ex agentes rusos, Litvinenko y Skripal, habían trabajado para el MI6. Mencionaron también que Berezovsky y Perepilichny también habían trabajado para servicios de inteligencia británicos y que los detalles de la investigación, sobre su fallecimiento, habían sido clasificados, en aras de la seguridad nacional. El mensaje sugiere que el gobierno británico pudo haber sido el causante de las muertes de los agentes rusos, para culpar al Kremlin. Recordemos que Litvinenko estuvo en las filas del MI6 y fue envenenado con polonio 210, un elemento radiactivo que le fue suministrado en una taza de té, el primero de noviembre de 2006 en un hotel de Londres. El también ex agente de la FSB, falleció tres semanas después.
Varias han sido las muertes de empresarios, funcionarios o ex funcionarios rusos en suelo británico. En algunos casos, los fallecimientos han sido considerados como decesos. Dado que no existe suficiente evidencia de lo contrario, se han cerrado los expedientes. Sin embargo, el intento de asesinato del ex agente ruso, Sergei Skripal, fue diferente. En este ataque se utilizó un agente químico desarrollado por los rusos, el Novichok, una sustancia mucho más potente que el Sarín, gas utilizado en los ataques químicos en Siria.
El ataque en Salisbury, puso en riesgo la vida de más de una veintena de ciudadanos británicos, varios de los cuales continúan aún en cuidados intensivos. La exposición a pequeñas dosis de este agente neurotóxico causa la muerte; y aunque existe un antídoto que alarga la vida del paciente, no lo previene de un desenlace fatal.
¿Cómo es que un agente químico desarrollado por los rusos llega a suelo británico? Solamente personas altamente entrenadas, podrían haber logrado burlar la seguridad nacional y los servicios de inteligencia del Reino Unido. El intento de asesinato del ex espía ruso, levanta interrogantes inquietantes, que sugieren la perpetración de un ataque terrorista por parte del gobierno del Kremlin; el primero de su clase en territorio europeo. Un ataque químico de esta envergadura supone una amenaza real para la seguridad de Europa, lo que podría tener repercusiones diplomáticas importantes, como es el caso de la expulsión de los 23 funcionarios rusos por parte del Reino Unido, el boicot a la copa del mundo, sanciones en materia económica, entre otras consecuencias, que en el peor de los escenarios podría desencadenar una guerra mundial sin precedentes.
Publicado en Diario Judio