Día Internacional de la Mujer: ¿Hay algo que celebrar?
Siglo XV, el humanismo se viralizaba en Europa. Dante Alighieri, Il Sommo Poeta, escribía cada noche, cobijado bajo la tenue luz de una vela, su obra maestra: “ La Divina Comedia”. Al tiempo, en Francia, Cristine de Pisan participaba en les querelles des femmes , debates literarios y filosóficos sobre el género femenino. De su puño y letra, nació en aquel tiempo, “La Ciudad de Las Damas”, donde la escritora cuestionaba la concepción casi dogmática de una creencia irrefutable: la inferioridad de las mujeres frente a los hombres. En ese entonces, la labor de la mujer se limitaba a apoyar a su esposo , no podía tener propiedad alguna a su nombre y debía ser eje fundamental de las labores del hogar. Los hombres daban forma a los pensamientos e ideas de la mujer, y esta, debía ser vista más no escuchada; esa era: “la mujer ideal”.
Con la Revolución Industrial en el siglo XVIII, se abrió paso a un pensamiento disruptivo y de igual manera liberador, que derivó en la “Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano”. Pero esta no incluía a las mujeres. Olympe de Gouges, denunció que la revolución había olvidado a las mujeres en su proyecto liberador, y el resultado fue la guillotina. Muchas mujeres han entregado sus vidas en la lucha por la reivindicación de nuestros derechos y por las libertades de las que hoy gozamos. Largo ha sido el camino recorrido, sin embargo, ¿tenemos algo qué celebrar?
Si nos situamos en el rol de la mujer en el siglo XV, hay sociedades, culturas, países, donde la mujer continúa ejerciendo esa misma función , supeditada a los designios de una sociedad machista, que sigue creyendo en la superioridad del hombre, y que vulnera constantemente los derechos de la mujer. Han pasado más de 700 años de lucha y sangre, intentando burlar al oprobio vergonzoso de una sociedad sin memoria, que margina y violenta nuestros derechos fundamentales.
Hoy, México es un cúmulo de dolor, indignación y fracturas, un escenario de impunidad donde nada ni nadie ha logrado evitar que en nuestro país, mueran cada día 7 mujeres. Los esfuerzos son aún insuficientes en la protección de las víctimas y en dar respuesta a esta pandemia.
ONU Mujeres aseguró que cada año 64,000 mujeres y niñas son asesinadas en el mundo, y que 14 de los 25 países con mayor tasa de feminicidios, están en América Latina.
Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, América Latina es la región con el mayor índice de feminicidios en el mundo, y el crimen organizado es uno de los responsables.
La información proporcionada por el INEGI, indica que entre los años 2007 y 2016, fueron localizados los cadáveres o restos de 22,482 mujeres que fueron mutiladas, asfixiadas, ahogadas, ahorcadas, degolladas, quemadas, apuñaladas o baleadas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 38% de los feminicidios en el mundo son cometidos por los esposos de las víctimas.
Y todo ocurre ante los ojos abúlicos de una impunidad rampante que hiere, no solo por las atrocidades que día a día se cometen en nuestro país, sino por la indiferencia de nuestros conciudadanos.
Hoy alzamos nuestra voz, no por los derechos de la mujer, sino por los derechos humanos, porque antes que ser mujeres somos seres humanos. Hoy y siempre alzaremos la voz por los marginados, abusados, despreciados, sean mujeres o sean hombres…aún nos queda un largo camino por recorrer.
Publicado en Diario Judio